viernes, 24 de agosto de 2018

Cerdo asado marinado en soja con berenjenas



En estos días extraños en el que nadie se atreve a pelar una patata sin un pelador láser o a guisar unas lentejas sin emplear una slow cooker, me dirijo a vosotros para intentar demostrar que con ganas y mimo se puede elaborar platos de inspiración japonesa, sin tener que gastar un pastizal en ingredientes imposibles de conseguir o haber escalado el monte Fuji.

Para tan loco propósito vamos a necesitar:

Un par de fotos malas o muy malas
Un buen trozo de lomo de cerdo
Salsa de soja
Un trozo de jengibre rallado
Un par de dientes de ajos rallados
Un par de guindillas picadas
Un golpe de curry, canela, pimienta blanca y semillas de anís
Una cucharada de azúcar moreno
Un par de berenjenas cortadas en gajos
Arroz cocido
Pepinillo encurtido
Verde de cebolleta picado
Sésamo





Lo primero es meterle al lomo un poco de sabor a Japón, quizás este sea el momento más importante de la receta, porque creerme el cerdo se espera una lluvia de aceite de oliva y ajos fritos, pero debemos sorprenderlo y hacerle partícipe de nuestras intenciones, que son las de lograr un cerdo asado que recuerde a las montañas de comida que comía Son Goku, alejándolo del riquísimo asado de cerdo que solemos elaborar de forma habitual.

Para japonizar el cerdo combinaremos la salsa de soja (no escatiméis), la guindilla, el jengibre, el ajo, las especies y el azúcar. Marinar el cerdo durante al menos una hora, por ejemplo en una bolsa de plástico con zip.

Finalizado el paso anterior comenzaremos con el asado. En una sartén o cacerola de nuestra confianza marcaremos por todos lados la pieza de cerdo hasta obtener un bonito color. En ese momento añadiremos la marinada, bajaremos el fuego y cocinaremos despacito dando la vuelta a menudo durante unos 20 minutos (yo ase una pieza de unos 400 gr ). Añadiremos la berenjena a mitad de cocción.

Cuando obtengamos una carne dorada y jugosa retiraremos la sartén del fuego y dejaremos reposar con tapadera durante al menos 15 minutos.

Y ya casi estamos, podéis servir el plato como más os guste, pero la estética también ayuda a transportarnos a Japón, motivo por el que opte por colocar el arroz cocido de almohada del resto de ingredientes dibujando un plato como el que podéis observar en la foto.





Llevo un lustro sin escribir y al menos el doble de tiempo sin fotografiar comida, espero sepáis perdonar mis abundantes torpezas.
Ya solo me queda decir ¡¡ITADAKIMASU!!

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